Como profesional inmobiliario, es probable que hayas utilizado de forma indistinta los términos agente inmobiliario y consultor inmobiliario. Independientemente de cómo te consideres, es cierto que el segundo de los términos merece un repaso para determinar exactamente su definición y funciones.
¿Qué es un consultor inmobiliario?
El consultor inmobiliario es un profesional cualificado con todo lo relacionado con la compra y venta de inmuebles y suele asesorar sobre cómo invertir en propiedades.
Desde nuestro punto de vista es una definición perfecta del papel de un consultor inmobiliario, ya que, como hemos comentado en muchas ocasiones, el mercado ha cambiado mucho desde la crisis inmobiliaria.
Si recuerdas los estragos que produjo el estallido de la burbuja, los que aprendieron algo descubrieron una realidad devastadora: la vivienda sí puede bajar de precio.
De esta conclusión también se extrae la experiencia de que el profesional inmobiliario debe cambiar las funciones que ha asumido tradicionalmente y convertirse en algo nuevo.
Pero, ¿qué demanda el nuevo panorama posterior a la crisis inmobiliaria?
El nuevo usuario de las agencias está mejor informado, gracias sobre todo a internet y a las página web, donde ha encontrado una potente herramienta que le permite conocer el precio de las propiedades similares a la suya sin salir de su casa. Por esto mismo, si eres un gestor, un agente inmobiliario o tienes una agencia inmobiliaria es muy importante tener una buena web para inmobiliarias adaptado al móvil y un buen CRM inmobiliario.
Además, la amplia oferta de los portales inmobiliarios gratuitos y de pago le permite publicitar su propiedad sin necesidad de la intermediación que ofrece el agente inmobiliario tradicional.
Aquí es donde aparece la figura del consultor inmobiliario, un profesional experto en la materia que asesora a compradores y vendedores que quieren lanzarse al mercado.
¿Qué hace un gestor inmobiliario?
Las tareas del consultor inmobiliario en su dia a dia son las siguientes.
- Generación de contactos comerciales.
- Captación de propiedades inmobiliarias.
- Tasación y fijación de precios.
- Anuncio de las propiedades en los portales a través de un software como Inmogesco
- Gestión de llamadas de interesados.
- Visitas a las propiedades.
- Preparación de contratos y negociación con las partes interesadas.
- Cierre de la venta y firma de los contratos.
Lógicamente, dependiendo de la agencia inmobiliaria para la que trabajes, recaerá sobre ti más o menos tareas de esta larga lista de funciones. No será lo mismo trabajar para una importante consultoría inmobiliaria internacional que para una franquicia inmobiliaria o para una empresa de menor tamaño a nivel local.
Funciones de consultor inmobiliario
Si el panorama ha cambiado y los antiguos agentes deben convertirse en consultores inmobiliarios, es lógico suponer que también ha habido un cambio en las funciones del consultor inmobiliario.
¡Has pensado bien! El nuevo profesional surgido de la crisis inmobiliaria cumple muchas de las funciones de antaño, a las que se han agregado las que ha propiciado el cambio en el perfil del consumidor.
Asesoramiento experto de un profesional
Como expertos en marketing inmobiliario en Inmogesco conocemos bien nuestro campo. Sabemos asesorar a las agencias que buscan servicios para inmobiliarias sobre qué es mejor para ellos.
Así, el consultor inmobiliario conoce mejor que nadie su sector, porque pasa muchas horas al día en contacto con compradores y vendedores. Conoce perfectamente qué buscan unos y qué ofrecen los otros.
Ser capaz de extraer de la experiencia del día a día consejos valiosos es una de las funciones del consultor inmobiliario.
No se trata de poner en contacto propiedades en venta con personas que quieren comprar casas. Es algo más. Es asesorar a aquellos que buscan casa sobre lo más adecuado para ellos y es realizar una importante labor de pedagogía con los que pretenden vender para que la operación llegue a buen término cuando antes.
Escuchar al cliente
No es que los agentes inmobiliarios no sepan escuchar y los asesores sí, no se trata de eso.
La cuestión es que el nuevo usuario inmobiliario es más exigente que nunca, y piensa mucho las decisiones que toma.
Por eso el consultor inmobiliario que quiera triunfar en el sector debe tener en cuenta esta circunstancia, pues solo podrá ser eficaz si es capaz de identificarse con las necesidades del cliente.
Negociar, ¡siempre!
Se acabaron los tiempos de comprar a lo loco sabiendo que pronto la propiedad cambiará de manos y nos dejará una buena plusvalía como premio por haber sabido aprovechar una oportunidad.
Aunque el negocio inmobiliario se acelera a buen ritmo, sigue habiendo personas reticentes a pagar cualquier cantidad.
Por eso es necesario estar en predisposición para negociar el precio de una vivienda. Y negociar significa poner de acuerdo a las dos partes implicadas.
Tanto si trabajas en el sector residencial como si eres consultor inmobiliario de suelo, tienes que tener en cuenta que negociar es la clave para lograr el éxito de la operación.
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Conclusiones
El trabajo de consultor inmobiliario es básicamente el mismo que el de hace 10 años.
La única diferencia es que el cliente demanda una asesoría que implica un profundo conocimiento tanto del mercado como de las áreas coetáneas que afectan a una operación de estas características.
Es decir, el cliente quiere comprar o vender, pero no tiene por qué saber ni de impuestos inmobiliarios, ni de legislación, ni de hipotecas ni de precios de mercado.
Tu misión como consultor consistirá en asesorarle en estas áreas, pues se trata de una de las decisiones más importantes en la vida de una persona.
Para poder ser capaz de ofrecer este asesoramiento, debes formarte. Realiza algún curso de consultor inmobiliario de vez en cuando para estar actualizado.
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